Child’s Play (2019)
Dirigida Por: Lars Klevberg
Nombre Alternativo: El Muñeco Diabólico, El Muñeco
Asesino
Pais: Estados Unidos
Año: 2019
Género: Horror, Serial Killers, Slashers,
Psychologic Thriller
Reparto: Mark Hamill, Aubrey Plaza, Gabriel
Bateman, Bryan Tyree Henry, Beatrice Kitsos, Ty Constiglio, Carlease Burke,
Trent Redekop, Marlon Kazadi, Nicole Anthony y Johnson Phan
Una vez más seguimos conquistando la tierra de los remakes de
las cintas de culto de los ochenta, y actualmente nos centramos en el contexto
de los milennials y la influencia de la tecnología, prácticamente reemplazando
las redes sociales. El muñeco del cine de terror asimila una personalidad
robótica tan escabrosa, lo que nos desvió de los matices originales del mismo
personaje, lo que Lars Klevberg planea en la siguiente historia, quiere dejar
de lado el concepto de lo paranormal con el lado oscuro de la tecnología.
Sinopsis: Luego de mudarse a otra ciudad, Karen opta por
regalarle a su hijo Andy un muñeco de la línea ‘Buddi’ que se convierte en el
mejor amigo del chico. Sin embargo, se desconoce que el mecanismo del mismo
muñeco toma consciencia y actúa con intenciones bastante malas, llegando a
hacer lo peor que uno se puede imaginar.
Argumento: Asemejandose a la experiencia de IT, Stephen King,
hace alusiones a la coulrofobia (miedo a los payasos), y Tom Holland haga
referencias a la pediofobia (miedo a los juguetes), como en el caso de Chucky.
Notamos que el cine de terror hace ciertas exageraciones a los iconos
infantiles, fomentando el susto a la audiencia con diversas reacciones, y las
expresiones faciales de los muñecos son el reflejo de nuestras emociones y
sentimientos, y si nos seguimos adentrando a este contexto, la experiencia con
Chucky, recordando la versión de 1988, un muñeco siniestro es el reflejo de una
historia de miedo con matices de comedia. Así como libros, películas y demás
largometrajes de televisión han explotado el concepto del juguete malvado, en
el caso de Chucky, el muñeco pelirrojo de ojos grandes, con ropa de niñito de
tres años, un buzo de colores, unos jeans con tirantas y unos zapatos rojos de
bebé aparente la inocencia, salvo que se le despierta el lado maligno y hace de
las suyas, dándonos un antecedente oscuro a lo largo de una saga de seis
cintas.
La voz del recordado Brad Douriff, es reemplazada por el
‘former Jedi’ Mark Hamill Skywalker, quien anteriormente había prestado su voz
para el Joker en una serie animada de Batman. Hamill nos cuenta el relato de un
muñeco defectuoso de la línea Buddi, producto de una compañía de tecnología
llamada ‘Kaslan’ (tendremos referencia de ésta luego), y este muñeco es el
concepto de una supercomputadora que puede conectarse con todos los
dispositivos electrónicos de la casa, un ordenador, un celular, un equipo de
sonido, la televisión, y más, y esta multinacional se encarga de transmitir el
mensaje subliminal de hacer que el cliente tenga a su ‘amigo fiel’, y este tipo
de trama se aísla de la historia que conocemos del legendario Chucky, lo que
quiere hacer este personaje reciclado es transformarse en una versión enlatada
de la versión macabra de Schwarzenegger de 1984, el Terminator sanguinario,
aquí veremos a un muñeco bastante sádico y rebelde ante los comandos de su amo,
e incluso veremos como las víctimas son parte de su tortura psicológica,
un juego enfermizo del gato y el ratón,
y esto se evidencia ante unos ojos rojos intermitentes.
Es cuestión de ver una novedad en la historia en la que
Chucky, ya una máquina, deje de lado el concepto del espíritu chocarrero que lo
poseyó, Charles Lee Ray (Brad Dourif), por transformarlo en una maquina
rebelde, asimilando una consciencia programada para experimentar un instinto
asesino, algo muy perturbador, pero tiende a ser poco provechoso a lo largo de
su relato, lo visual como en el caso de la conexión a internet, ver la cámara a
través de los ojos del muñeco se hace tan similar a lo que James Cameron plasmó
en sus primeros capítulos de Terminator, lo que se define en Chucky como ese
androide narcisista aparenta ser tan inofensivo como uno se imagina, lo que
resulta ser demasiado peligroso, como un lobo vestido en piel de oveja atacando
a traición, y esa desconfianza se va generando y desarrollando paulatinamente,
reciclando el cliché de ese asesino serial silencioso. Además del concepto
reformado de Chucky, nos fijamos en la historia de una familia despreocupada,
en especial de una madre soltera con un trabajo estresante y a la vez
frustrante, y tratando de rehacer su vida con un hombre que su hijo odia, y ahí
se observa el complejo de Edipo, la razón por la que la historia del Chucky cibernético
de inicio.
Actuaciones: El protagonismo de Aubrey Plaza, una madre soltera
con un estilo de vida frustrado, teniendo un estilo de vida incomprendido, pese
al pasado de su antiguo matrimonio, y con un hijo, ella quiere esforzarse para
ganarse su amor, tratando de rehacer su vida con otro hombre. Gabriel Bateman,
la nueva versión de Andy Barclay, muestra un lado psicológico afectado por la separación
de sus padres, además de mostrar el complejo de Edipo, además de sentir el lado
oscuro de su nueva posesión. Ty Consiglio y Beatrice Kislos, los amigos inseparables
de Andy, el dúo dinámico que les gusta muchísimo el mundillo de la tecnología,
lo que representan a los milennials potenciales de la historia. Bryan Tyree Henry,
como el detective que se pone a la tarea de desmenuzar la serie de asesinatos
acaecidos en la ciudad, es la versión de color del personaje de Chris Sarandon,
además es un hombre que se hace el rol de padre de familia dedicado a su hogar.
Mark Hamill presta su voz para el muñeco asesino, esta vez un robot con
consciencia propia, además es la segunda vez que el protagonista de Star Wars
que presta su voz para un personaje antagónico.
Reflexión: La autoconsciencia es la temática central de la película,
lo que realmente tiene como referencia al caso de la tecnología, que según la predicción
de Einstein, la misma maquina hace de la humanidad sus esclavos, y en este
remake, cabe decir que para estas generaciones no se conoce bien al personaje
de terror de los noventa, que desafortunadamente, los asesinatos que comete no
son tan aterradores como la versión clásica, sino que más bien es una verdadera
mofa de este mismo, a decirlo nuevamente, el propósito es comercial, mas
consumismo cinematográfico, pese a que se creó una historia entretenida.
Puntuación De 0UP a 5UP: 3.2UP
No hay comentarios:
Publicar un comentario