Pet Sematary (2019)
Dirigida Por: Kevin Kölsch
& Dennis Widmyer
Nombre Alternativo: Cementerio Maldito
Año: 2019
País: Estados Unidos
Género: Horror, Psychologic Thriller, Fenómenos
Paranormales, Lugares Malditos, Niños Malvados, Animales
Formato: DVD
Reparto: Jason Clarke, John Lithgow, Amy
Sephetz, Jete Lawrence y Lucas Lavoie
Siendo
gustosos por la literatura de Stephen King, una de estas historias como Pet
Sematary (Cementerio Maldito), escrita en 1983, y seis años más adelante, King
quiera adaptarla a la pantalla gigante, y treinta años, se desempolve para su
respectivo remake, retocando un poco lo que hacen los espíritus chocarreros en
las casa viejas, o más que todo los mitos de los nativos de Norteamérica, lo
que apasiona a King, veremos a continuación lo que una familia que quiere
salirse de la asfixia urbana al entorno rural, acogiendo un aterrador secreto.
Sinopsis: Louis
Creed, un médico local que se lleva a su familia de Boston al condado de Maine,
cerca de la casa se descubre un lugar extraño que les llama la atención, y
hablando con un vecino, Jud Crandall que lleva viviendo gran parte de su vida
en la zona, les revela un secreto muy escabroso que ha perdurado por
generaciones.
Argumento: Nos
leímos uno de los mejores libros de King, salvo que sus adaptaciones no fueron
bien recibidas, la argumentación en esta nueva versión mantiene su conexión con
la narrativa del libro, la precisión en la escenografía y en especial un ambiente
lúgubre nocturno en terrenos baldíos en los que el mal siempre gana a cualquier
costo, lo que King define en la mayoría de sus relatos. Hay tensión en sus
personajes, sadismo, desconfianza, y lo que se remarca en este refrito es el
concepto del millennial, algo que se imprimió en una reciclada historia de
Carrie, el uso del internet, los smartphones, y las icónicas búsquedas por
Google, aunque eso ha estado presente en muchas cintas actuales, y el suspenso
empieza a sentirse, razón por lo que estos personajes van con la intención de
abrir la caja de Pandora.
Lastimosamente,
pese a ser buena historia en la literatura, tanto la película original como
este remake, no generó expectativas por ser una película bien recibida, solo
que nos enfocamos en una familia que se destruye por el efecto de una maldición
que proviene del patio trasero de su casa, ignorando las consecuencias, se
convierte en una peligrosa obsesión, llegar a la locura y a la ansiedad,
conceptos que Stephen King plasma en la mayoría de sus personajes, y aquí
despierta el salvajismo en ese núcleo familiar que se va resquebrajando por un
trauma de la infancia y por la reciente pérdida de un ser querido, y todo
gracias a un simple gato querido que luego termina endiablado y de ahí sale a
su cacería sádica, y el arma que usa es el ataque psicológico que se devora la
mente de sus personajes.
Lo
que se está quieto, se deja quieto. Tras perder a una mascota y luego llegar a
algo mucho más trágico, las reglas se rompen, y debido al no aceptar la muerte,
no poder lidiar con ella, y no tratar de superarlo, hacer el dolor muy intenso
hasta llegar a la derrota, y estas son las fases que la cinta nos provee en su
argumento. Revivir a ese animal que ya no es amable ni cariñoso es el mero
protagonista de esa oleada de terror que se desencadena, algo totalmente
distinto a la versión de 1983, reciclando el concepto del asesino serial
demente del cine contemporáneo con el thriller psicológico que se mantiene por
parte de King, haciendo esa confrontación entre la familia. Los flashbacks son
ese nemesis de los personajes, el motor de ese inesperado suspenso para desatar
el miedo en la audiencia, los actos homicidas inesperados que son el matiz del
cierre de esta narrativa, para hacer esto más creíble es cuestión de leer el
libro y desmenuzar la información minuciosamente.
Actuaciones: Podemos
ver un elenco convencional, empezando por el rol de Jason Clarke, lo recordamos
especialmente en la quinta parte de Terminator, aquí hace de un padre de
familia con una actitud realista, ante una situación difícil en la que tomas
decisiones por instinto. Amy Sephetz como la madre traumatizada por un
complicado suceso de la infancia que no logra superar. Jete Lawrence es la
versión femenina del recordado Miko Hughes, una niñita tierna que más adelante
despierta su poderoso alter ego, así como su inseparable gato. John Lithgow, lo
recordamos como el villano de Cliffhanger contra Stallone y compañía, y aquí
como el hombre misterioso que arrastra a esa inocente familia a un destino inesperado.
Reflexión: Este remake trata de reencauchar aspectos del
libro y de la película original, los actores se enfocan a lo que King plasma en
su narrativa, en lo que el mal siempre triunfa sobre el bien, un final abierto
para otra secuela. Se plantea la idea del quebrantamiento psicológico por la pérdida
de un ser querido y viendo la ‘no aceptación’, la gente recurra a medidas
desesperadas. Se pretendía garantizar el terror a la audiencia, cumple gran
parte de su objetivo fílmico, tanto en la versión original como este remake,
hay efectividad en la parte narrativa que se ofrece, con tener tales defectos,
no significa que la película sea mala, al contrario, vale la pena ver y
recordar un clásico de antaño.
Puntuación
De 0UP A 5UP: 3.8UP
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